Cómo adaptar tu hogar para la llegada de un compañero felino

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Independientemente de si tienes otras mascotas en casa, la manera en la que introducimos a un nuevo gato en la familia marcará la pauta para las futuras relaciones. Hay que tener en cuenta que el gato necesitará un tiempo para hacerse con el entorno y adaptarse sin molestar al resto de animales o a los propios miembros de la familia, de manera que no tome una actitud hostil. Además, es importante que esté saludable para que no suponga ningún riesgo para nadie, sobre todo si tienes niños pequeños en casa. En este sentido, antes de traerlo a casa, deberás pasar por el veterinario para que realice una revisión completa y comprar antiparásitos para gatos como método de prevención. En cuanto a la preparación de tu hogar para la llegada de la nueva mascota, a continuación te damos algunos consejos.

Momentos previos a la llegada de tu gato

Tu gato aprende de su entorno a través de los olores, por lo que antes de darle la bienvenida a casa, es importante que se familiarice con los aromas propios del lugar. Llévale una camiseta con tu olor para que la use para dormir, por ejemplo, y alguna manta en la que pueda refugiarse. La idea es que se vaya acostumbrando a que hay otras personas en su entorno sin que estén presentes físicamente para que no lo tome como un desafío.

Crea un entorno seguro para tu gato              

El gato se adapta mejor si está acomodado primero en una estancia con la puerta cerrada, ya que se estresa menos. Una vez que se haga con el entorno, tendrá la confianza suficiente para inspeccionar toda la casa y no tendrá miedo. No obstante, nunca lo obligues a salir si no quiere. Elige una estancia en la que no haya mucho ruido y esté tranquilo y pon en ella todo lo que vaya a necesitar: comida, agua, cajón de arena, rascador y algún juguete. Recuerda que el cajón de la arena siempre debe estar alejado de la comida, ya que estos animales son muy escrupulosos. Considera también la opción de poner un difusor de feromonas felinas en la habitación para que se relaje y se sienta seguro. Y lo mismo para los perros si tienes uno en casa, de manera que se sienta más calmado ante la llegada del nuevo animal.

Adecua el resto de la casa

Cuando el gato decida salir podrá explorar, pero ya tendrá un lugar de referencia al que volver donde se siente seguro. Coloca un rascador en otro lugar de la casa para evitar que arañe los muebles, por ejemplo en el salón. También puedes poner baldas o algún trepador para gatos donde pueda sentarse en alto, lo cual les encanta. Para evitar riesgos si decide subirse también a las ventanas, pon una red protectora. Dale también algunos juguetes para que se entretenga. Cambia o pon otro cajón de arena en otro lado de la casa, siempre en un sitio tranquilo por el que no pase mucha gente y donde no haya apenas ruido, por ejemplo en la cocina.

Intenta diferenciar bien las zonas de la casa

El gato es un  animal muy territorial, por lo que debe sentirse seguro y cómodo en su entorno, diferenciando perfectamente lo que es la zona social de la zona de juego, descanso y comida. De esta manera disfrutará más de la casa y se estresará menos.

Dale mucho cariño a tu gato

Aunque tu gato pueda parecer un animal arisco, también necesitan cariño. Esto no significa que tengas que acariciarlo constantemente, sobre todo si notas que le gusta. Lo que debes hacer es pasar tiempo con él en la habitación que has creado, de manera que tu presencia lo calme y no se sienta solo. Baja hasta su altura en el suelo para que pueda explorarte y su presencia no le resulte intimidante. Una vez que se acostumbre, podrás empezar a levantarlo y abrazarlo sin miedo a que te arañe. Eso sí, es importante que evites mirarlo directamente a los ojos, ya que los felinos lo perciben como una agresión. Obsérvalo de reojo y pestañea con frecuencia para que se sientan más tranquilos.

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